Me duele todo ¿tendré fibromialgia?

La fibromialgia es un trastorno de dolor crónico que causa dolor generalizado, sensibilidad y rigidez en los músculos, las articulaciones y los tendones. A menudo se acompaña de fatiga, trastornos del sueño y cambios de humor.

Su causa no se comprende completamente, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos.

Los síntomas de la fibromialgia pueden variar mucho de una persona a otra y pueden incluir:

1. Dolor generalizado que dura más de tres meses.

2. Sensibilidad o sensibilidad al tacto, particularmente en ciertas áreas del cuerpo como el cuello, la espalda, las caderas y las articulaciones.

3. Fatiga y dificultad para dormir.

4. Problemas cognitivos como dificultad con la memoria y la concentración.

5. Depresión o ansiedad.

6. Dolores de cabeza y síndrome del intestino irritable.

No existe una prueba específica para la fibromialgia, y la afección a menudo se diagnostica en función de una combinación de síntomas y examen físico. Además, su tratamiento generalmente implica una combinación de medicamentos, cambios de estilo de vida y terapia física ocupacional.

Si bien no existe una cura para la fibromialgia, el tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

¿Cómo puedo saber si tengo fibromialgia?

El diagnóstico de fibromialgia se hace en base a las molestias que se han señalado y a los datos que el médico encuentra al explorar al enfermo. En la exploración física de la persona que padece fibromialgia, el médico identifica dolor a la presión en unos puntos determinados del cuerpo. Cuando los puntos dolorosos son más de 11 de los 18 señalados en el siguiente dibujo, es una persona con fibromialgia y se puede hacer su diagnóstico.

¿Qué tratamientos existen?

Su objetivo primordial debe ser mejorar los síntomas y la calidad de vida del paciente con fibromialgia. El tratamiento debe ser individualizado, combinando fármacos junto con una serie de medidas generales personalizadas (dieta, ejercicio, orientaciones para otros problemas).

Ha de ser integral, teniendo en cuenta la comorbilidad, tratamientos, y factores ambientales corregibles. Interdisciplinar en el que pueden intervenir: Reumatólogo, Médicos de familia, psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, y enfermería.

La implicación de la paciente en el logro de estas Medidas Generales personalizadas es fundamental para la recuperación. La paciente debe ser la protagonista de su recuperación. Además de tener una buena alimentación, dieta variada y equilibrada, con un mayor consumo de verduras y frutas. Es preferible el pesado sobre las carnes magras (sin grasa) , o las aves. Leche semi o descremada, sin lactosa, con calcio.

Ejercicio físico aeróbico: andar, correr, natación, bicicleta estática, etc. Ha demostrado un beneficio claro sobre síntomas como el dolor, ansiedad e impacto global sobre la calidad de vida. También mejorar el sueño, es necesario descartar otras patologías que pueden alterarlo: SAHOS, síndrome de piernas inquietas, depresión, anemia, hipotiroidismo.

Cuidar el entorno familiar y social , amigos, familiares, asociaciones de pacientes. Suponen una gran ayuda para muchos pacientes para afrontar la enfermedad.

Tratamiento psicológico: La terapia cognitiva conductual y la reciente terapia del “mindfulness”, son las intervenciones psicológicas que han demostrado mayor eficacia para el tratamiento de la fibromialgia.

Tratamiento farmacológico al tratarse de una enfermedad crónica es necesario tener en cuenta que se deberían utilizar algunos fármacos.

Me duele todo ¿tendré fibromialgia?

La fibromialgia es un trastorno de dolor crónico que causa dolor generalizado, sensibilidad y rigidez en los músculos, las articulaciones y los tendones. A menudo se acompaña de fatiga, trastornos del sueño y cambios de humor.

Su causa no se comprende completamente, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos.

Los síntomas de la fibromialgia pueden variar mucho de una persona a otra y pueden incluir:

1. Dolor generalizado que dura más de tres meses.

2. Sensibilidad o sensibilidad al tacto, particularmente en ciertas áreas del cuerpo como el cuello, la espalda, las caderas y las articulaciones.

3. Fatiga y dificultad para dormir.

4. Problemas cognitivos como dificultad con la memoria y la concentración.

5. Depresión o ansiedad.

6. Dolores de cabeza y síndrome del intestino irritable.

No existe una prueba específica para la fibromialgia, y la afección a menudo se diagnostica en función de una combinación de síntomas y examen físico. Además, su tratamiento generalmente implica una combinación de medicamentos, cambios de estilo de vida y terapia física ocupacional.

Si bien no existe una cura para la fibromialgia, el tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

¿Cómo puedo saber si tengo fibromialgia?

El diagnóstico de fibromialgia se hace en base a las molestias que se han señalado y a los datos que el médico encuentra al explorar al enfermo. En la exploración física de la persona que padece fibromialgia, el médico identifica dolor a la presión en unos puntos determinados del cuerpo. Cuando los puntos dolorosos son más de 11 de los 18 señalados en el siguiente dibujo, es una persona con fibromialgia y se puede hacer su diagnóstico.

¿Qué tratamientos existen?

Su objetivo primordial debe ser mejorar los síntomas y la calidad de vida del paciente con fibromialgia. El tratamiento debe ser individualizado, combinando fármacos junto con una serie de medidas generales personalizadas (dieta, ejercicio, orientaciones para otros problemas).

Ha de ser integral, teniendo en cuenta la comorbilidad, tratamientos, y factores ambientales corregibles. Interdisciplinar en el que pueden intervenir: Reumatólogo, Médicos de familia, psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, y enfermería.

La implicación de la paciente en el logro de estas Medidas Generales personalizadas es fundamental para la recuperación. La paciente debe ser la protagonista de su recuperación. Además de tener una buena alimentación, dieta variada y equilibrada, con un mayor consumo de verduras y frutas. Es preferible el pesado sobre las carnes magras (sin grasa) , o las aves. Leche semi o descremada, sin lactosa, con calcio.

Ejercicio físico aeróbico: andar, correr, natación, bicicleta estática, etc. Ha demostrado un beneficio claro sobre síntomas como el dolor, ansiedad e impacto global sobre la calidad de vida. También mejorar el sueño, es necesario descartar otras patologías que pueden alterarlo: SAHOS, síndrome de piernas inquietas, depresión, anemia, hipotiroidismo.

Cuidar el entorno familiar y social , amigos, familiares, asociaciones de pacientes. Suponen una gran ayuda para muchos pacientes para afrontar la enfermedad.

Tratamiento psicológico: La terapia cognitiva conductual y la reciente terapia del “mindfulness”, son las intervenciones psicológicas que han demostrado mayor eficacia para el tratamiento de la fibromialgia.

Tratamiento farmacológico al tratarse de una enfermedad crónica es necesario tener en cuenta que se deberían utilizar algunos fármacos.