La fibromialgia es un trastorno que se caracteriza por dolor crónico en diferentes partes del cuerpo, como el cuello, la espalda, las piernas o los hombros.

Además, puede causar fatiga (física, incapacidad para actividades de la vida diaria, o mental), dificultad para conciliar el sueño (alteraciones, despertar precoz, desgaste nocturno y poco reparador) y problemas de memoria. Afecta principalmente a las mujeres, y aunque su causa exacta no se conoce, se cree que puede estar relacionada con problemas en el sistema nervioso central y cambios en los niveles de hormonas y químicos en el cerebro. Otros síntomas tenidos en cuenta podrían ser:

• Disfunción cognitiva: Problemas de concentración, olvido y pensamiento desorganizado o lento.
• Rigidez musculoesquelética: Es generalmente más severa por la mañana y mejora a medida que pasa el día, no es sensible a los corticoesteroides.
• Sensibilidad ambiental o hipervigilancia: Intolerancia a las luces brillantes, ruidos fuertes, perfumes y frío. Reflejos de la sensibilización central.

Su tratamiento puede incluir medicamentos, terapias físicas, ejercicios de relajación y cambios en el estilo de vida. Aunque no hay cura para la fibromialgia, el tratamiento puede ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.

El diagnóstico de fibromialgia se hace en base a las molestias que se han señalado y a los datos que el médico encuentra al explorar al enfermo. En la exploración física de la persona que padece fibromialgia, el médico identifica dolor a la presión en unos puntos determinados del cuerpo. Cuando los puntos dolorosos son más de 11 de los 18 señalados en el siguiente dibujo, es una persona con fibromialgia y se puede hacer su diagnostico.

Nuestro objetivo es el diagnostico y abordaje integral de la Fibromialgia y del Síndrome de Fatiga Crónica. Sus síntomas habituales son el cansancio generalizado (de larga duración), asociado a dolor crónico, alteraciones del ánimo, infecciones de repetición y trastornos de la regulación del sueño y del sistema nervioso autónomo. Y los responsables de esta unidad son: Reumatólogo, Medico Rehabilitador, Médico de Familia, Médico del Deporte, Nutricionista, Psicólogos y Fisioterapeutas. Para ello actuamos en 3 fases:

Primera visita:

• Médico de familia: Diagnóstico inicial mediante anamnesis, exploración y test/cuestionario FIQ (Fibromyalgia Impact Questionnaire). Localización de puntos dolorosos, estudio analítico (con marcadores reumatológicos e inflamatorios). Tratamientos utilizados en el proceso.
• Nutricionista: Hábitos nutricionales, problemas derivados de la digestión de la comida, fluctuaciones del peso en últimos años, mediciones antropométricas ISAK I.
• Psicóloga : Alteraciones del estado de ánimo, secuelas en la fibromialgia y en el dolor crónico.

Segunda visita: 

• Médico rehabilitador o médico del deporte: Valoración muscular, requerimientos de sesiones de fisioterapia, ejercicio físico, tratamiento en piscina, limitaciones según evolución.

Tercera visita:

• Reumatólogo: Control y seguimiento del proceso, en contacto con el resto del equipo. Pauta de tratamiento a seguir y revisiones periódicas.

Su objetivo primordial debe ser mejorar los síntomas y la calidad de vida del paciente con fibromialgia. El tratamiento debe ser individualizado, combinando fármacos junto con una serie de medidas generales personalizadas (dieta, ejercicio, orientaciones para otros problemas).

Ha de ser integral, teniendo en cuenta la comorbilidad, tratamientos, y factores ambientales corregibles. Interdisciplinar en el que pueden intervenir: Reumatólogo, Médicos de familia, psicólogos, psiquiatras, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, y enfermería.

La implicación de la paciente en el logro de estas Medidas Generales personalizadas es fundamental para la recuperación. La paciente debe ser la protagonista de su recuperación. Además de tener una buena alimentación dieta variada y equilibrada mediterránea. Con un mayor consumo de verduras y frutas. Es preferible el pesado sobre la carne, magras (sin grasa) , o ls aves. Leche semi o descremada, sin lactosa, con calcio.

Ejercicio físico aeróbico: andar, correr, natación, bicicleta estática, etc. Ha demostrado un beneficio claro sobre síntomas como el dolor, ansiedad e impacto global sobre la calidad de vida. También mejorar el sueño, es necesario descartar otras patologías que pueden alterarlo: SAHOS, síndrome de piernas inquietas, depresión, anemia, hipotiroidismo.

Cuidar el entorno familiar y social , amigos, familiares, asociaciones de pacientes. Suponen una gran ayuda para muchos pacientes para afrontar la enfermedad.

Tratamiento psicológico: La terapia cognitiva conductual y la reciente terapia del “mindfulness”, son las intervenciones psicológicas que han demostrado mayor eficacia para el tratamiento de la fibromialgia.

Tratamiento farmacológico al tratarse de una enfermedad crónica es necesario tener en cuenta que se deberían utilizar algunos fármacos.