Síndrome del túnel carpiano y la vuelta al trabajo: Diagnostico, causas y tratamiento - Hospital IMSKE Valencia

Síndrome del túnel carpiano y la vuelta al trabajo: Diagnostico, causas y tratamiento

Con la vuelta al trabajo, después de las vacaciones, regresamos también a posturas y hábitos que pueden generar dolor, adormecimiento y pérdida de fuerza de forma más común en la muñeca-mano, especialmente en aquellos trabajos con ordenadores.

 
Más común de lo que pensamos.

En la región de la mano-muñeca se forma un estrecho conducto por el que pasan estructuras de gran importancia para el correcto funcionamiento de la mano. Entre estas estructuras se encuentra en nervio mediano y los tendones flexores de cada uno de los dedos de la mano.

En pacientes con continuo trabajo manual o algunas patologías de tejidos blandos este pasadizo puede estrecharse y comprimir las diferentes estructuras, siendo la compresión del nervio mediano la que más síntomas provee. Existen otras razones de riesgos para la presencia de tal patología, genéticas, raciales, antropomórficas, otras enfermedades, ciertos tipos de actividades laborales,

Es una enfermedad muy común, se estima que la incidencia es de 3 por cada 1.000 personas (siendo más frecuente en las mujeres 4-5/1.000) con mayor riesgo en mayores de 50 años.

Sintomatología de los problemas en el túnel carpiano

La sintomatología de esta disfunción es multifactorial, depende del tiempo transcurrido desde su aparición, del daño nervioso, de la anatomía de cada persona, las labores diarias desempeñadas, etc. Sin embargo, podemos resumir las principales quejas así:

  • Sensación de adormecimiento y quemazón que inicia en la muñeca y se traslada a los dedos (principalmente pulgar, índice y anular) los que empeoran en las horas de la noche y con ciertas posturas.
  •  Limitación para la realización de algunos movimientos o ejercer ciertas maniobras, las que implican fuerza o motricidad fina-gruesa (agarrar objetos o hacer pinza).
  •  Dolor que inicia en la muñeca y se irradia a los dedos, antebrazo, codo y hombro. Alivio con cambios de posturas o uso de muñequeras.
Examen clínico 

Para objetivar estos cambios es fundamental, ante todo, el examen físico-clínico por un especialista que valorará tanto los síntomas del paciente, los cambios físicos, la historia clínica como la realización de maniobras para su correcto diagnóstico. La realización de pruebas complementarias (imagenológicas o neuroconducción) SÓLO está indicado en casos especiales y será determinado por el especialista.

 
¿Cómo podemos tratar los problemas en el túnel carpiano?

El tratamiento puede ser variado y estará enfocado de acuerdo a varios factores, la etiología, sintomatología del paciente, las condiciones específicas sociodemográficas, el grado de afectación, la actividad diaria, las contraindicaciones para algún tratamiento. Estas serán valoradas y tenidas en cuenta por el especialista de muñeca y mano.

Los tratamientos propuestos regularmente irán encaminados a la mejoría de las molestias del paciente y podrán ir de menor a mayor agresividad:

  1. Modificación de gestos o posturas provocativas, así como adaptación de las actividades laborares o deportivas
  2. Uso de muñequeras o férulas nocturnas que permitan una postura que disminuya la presión en el túnel carpiano
  3. Infiltración de medicamentos que disminuyan la presión nerviosa, en la mayoría de casos corticoesteroides
  4. Cirugía: liberación y descompresión del túnel carpiano y del nervio mediano. Es una alternativa que se puede realizar de forma percutánea, endoscópica o abierta. No existen diferencias clínicas significativas en la elección de la vía de abordaje, con factores de riesgo similares para este procedimiento. La decisión de la vía de abordaje quirúrgica es determinada por el cirujano, contemplando las diferentes características del paciente, anatomía, patología

 
Periodo de recuperación

Durante el periodo postquirúrgico inmediato el paciente llevará un vendaje compresivo que no deberá retirarse, mojarse o alterarse. Si existiera una alteración secundaria a la cirugía o a su cobertura, debería ser notificada al equipo de enfermería, el cual determinará la necesidad de valoración inmediata y/o revisión de la zona operada.

El paciente deberá llevar la mano en alto, con movilidad libre y continua de los dedos y la muñeca.

Para disminuir la inflamación normal postoperatoria recomendamos colocación frecuente de frío local y el uso de medicamentos analgésicos recetados por el médico.

Las molestias y alteraciones prequirúrgicas desaparecerán progresivamente, dependiendo del daño nervioso valorado en la cirugía. Algunas mejoran de forma inmediata, otras tardarán semanas o meses. En casos de daños irreparables, los síntomas podrán ser persistentes a pesar de un correcto tratamiento quirúrgico.
Para evitar una cicatrización anormal y disminución de la tumefacción en la zona operada recomendamos el masaje constante y persistente, lo que ayudará a una más rápida recuperación y a un mejor resultado estético de la cicatriz.

El paciente podrá reincorporarse gradualmente a sus labores diarias al cabo de 3-4 semanas, en función de la actividad realizada y dominancia manual.

 

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