
¿Rotura del ligamento cruzado? Lo que nadie te cuenta.
¿Cuáles son los mecanismos o acciones más comunes que llevan a una ruptura del ligamento?
Pues bueno, los mecanismos de lesión del ligamento cruzado habitualmente implican movimientos que ponen en mayor estrés a la rodilla, ¿no? Como pueden ser cambios repentinos de dirección, como ocurre en deportes como el fútbol. Pueden ser también aterrizajes inadecuados, por ejemplo, saltar y al caer, si la rodilla cae en valgo, que quiere decir que la rodilla se mete hacia adentro, un mal aterrizaje también es un mecanismo de lesión.
Después tenemos contusiones, traumatismos directos, pues al final deportes de contacto como el rugby, el fútbol americano, aunque no sea algo habitual en nuestro país, el fútbol americano, pero los traumatismos directos son otro factor de riesgo. Y bueno, al final el mecanismo de lesión suele ser una combinación entre un gesto de torsión de la rodilla, por un lado el pie queda fijo en el suelo, el cuerpo rota, la cadera rota hacia interno y esa rodilla pues sufre un mecanismo de torsión unido a ese gesto de valgo, a esas fuerzas de valgo, que es que la rodilla se mete hacia adentro. Son esos mecanismos y también a veces la hiper extensión de la rodilla.
¿Qué síntomas nos pueden indicar que hemos tenido una lesión de ese tipo?
Habitualmente el paciente lo relata bastante bien, ¿no? Llega a la consulta y te cuenta que ha notado como la rodilla se le ha ido, como si se le hubiera salido.
Y aunque esto no es así, no se le sale la rodilla de ningún sitio, sí que en el mecanismo de lesión del ligamento cruzado hay una cierta subluxación de la articulación, ¿no? Entonces, cuando nos cuentan que se le ha ido esa rodilla, nosotros, o al menos yo, la primera pregunta que les hago es si han notado un chasquido. Es algo bastante frecuente, no en el 100% de los casos, pero muchos pacientes refieren que ha notado un crujido en esa rodilla. Y la siguiente pregunta que hacemos siempre es si después de ese chasquido ha notado que se le ha hinchado, ¿no? Porque un hinchazon en la rodilla a las pocas horas o al día siguiente en la rodilla suele indicar que puede ser un hematoma y, bueno, esos tres signos son una lesión de cruzado hasta que se demuestre lo contrario.
La exploración tiene su importancia, ¿no? Luego hay que pasar a la camilla, explorar esa rodilla y con eso ya puedes tener una cierta certeza o una cierta sospecha de que esa lesión existe.
¿Qué tipo de técnicas de reconstrucción tenemos? ¿Qué opciones tenemos ya entrando en cirugía?
El tema de los injertos hace referencia a si ese ligamento cruzado lo vamos a reconstruir con tejido propio del paciente o de un donante, ¿no? El autoinjerto hace referencia a tomar un injerto del propio paciente.
Y aquí tenemos diferentes opciones, ¿eh? Quizás las más utilizadas son la técnica del HTH, que es utilizar el tendón rotuliano o los tendones isquiotibiales, o un tendón que está muy de moda en los últimos años, que es el tendón cuadricipital. En gente joven, deportista, está claramente evidenciado que el uso de autoinjertos tiene una mejor integración en la rodilla y, además, una menor tasa de re-roturas comparada con los autoinjertos. ¿Por eso que se coge un ligamento del propio cuerpo? Se coge un tendón de otra zona para que haga de ese ligamento.
¿Y ese tendón de otra zona no pasa nada? No, funcionalmente no tiene mayor repercusión. Sí que cada injerto puede tener una morbilidad, no un problema de esa zona donante concreto, asociado, pero para luego la práctica deportiva o para el día a día no tiene apenas repercusión funcional.
Si le escogemos al futbolista el tendón rotuliano y vuelven a jugar y a rendir al mismo nivel o prácticamente al mismo nivel, muchas veces cuando no son pacientes de este tipo, que son los que más abundan, pues tampoco te va a repercutir o no te tendría que repercutir.
Luego respecto a las técnicas, tenemos técnicas también para niños. No es lo mismo tratar a un adulto que a un niño. En los niños existe el cartílago de crecimiento que tenemos que respetar, sobre todo a determinadas edades muy tempranas, de 11, 12 años, que incluso estamos viendo muchísimos casos de niños a estas edades con lesión del ligamento cruzado, entonces ahí las técnicas cambian también un poquito.


¿Qué deportes o qué actividades serían las que más provocan una rotura del ligamento?
Bueno, pues seguramente todo aquel deporte que exige una demanda neuromuscular más alta y una coordinación mejor, como pueden ser deportes de pivote. Deportes como el fútbol, el tenis, el pádel, el baloncesto, o deportes en los que predominan más el salto y el aterrizaje, como el baloncesto o el voleibol. Y también los deportes de contacto, como hemos dicho antes, el rugby.
También un golpe puede dejarte la pierna fija en el suelo y doblar la rodilla. Entonces, un poco esos serían los deportes con más riesgo.
O sea, el que hace vela puede estar más o menos tranquilo, ¿no? el terreno donde se desarrolla esa actividad deportiva también influye. Un terreno seco, firme, con una buena tracción, pues está muy bien. Pero a lo mejor podemos tener una superficie resbaladiza y tener también un barco forzado en la rodilla y una lesión, como puede ser en la vela y como puede ser en el esquí.
La rotura del ligamento cruzado. Afecta más a las mujeres, ¿por qué?
Pues mira, las mujeres tienen mucho más riesgo de re- rotura. O sea, de rotura del ligamento cruzado de dos a ocho veces más que el hombre. Mucho más riesgo de re-rotura, es decir, de una vez operada volverá a romperse.
Y mucho más riesgo de lesión de la rodilla contralateral. Y esto se debe fundamentalmente a factores anatómicos. Por un lado, las mujeres tienen la pelvis un poquito más ancha y eso condiciona un ángulo Q aumentado. Y ese ángulo Q hace referencia a la alineación entre la cadera y la rodilla. Lo que favorece, eso a su vez favorece, pues esas caídas, esos aterrizajes en valgo de la rodilla.
Y luego además tienen la escotadura, que es la zona entre los cónidos femorales donde se aloja el ligamento cruzado, más pequeña. Entonces, en mecanismos de hiperextensión, que ese ligamento se estira, también esa escotadura puede hacer un efecto de guillotina, o también por esa escotadura más pequeña, en un gesto de torsión, atraparse antes y lesionarse.
Luego también tenemos factores hormonales. Las mujeres en determinada fase del ciclo ovárico, en la ovulación, producen un pico de estrógenos en sangre. Y esto está muy relacionado con un aumento de la laxitud ligamentosa. Después tenemos factores biomecánicos. Las mujeres dependen mucho más de la musculatura del cuádriceps que de la del isquiotibial. Entonces, el isquiotibial lo que hace es actuar de freno en la traslación o en ese gesto de que la tibia se vaya hacia adelante, que es uno de los gestos también que controla ese ligamento cruzado . Y después tenemos factores neuromusculares. La respuesta del sistema neuromuscular de la mujer es un poquito más lento que el del hombre, entonces, en ese decarágeno, esa demora en la activación del músculo para esa estabilidad dinámica de la rodilla, pues queda la rodilla desprotegida y ante un mal gesto pueden lesionarse.


¿Qué podemos hacer para que no haya tantas recaídas?
Estos programas son súper importantes. Es muy importante. Los clubes a lo mejor con más peso sí que los tienen incluidos.
De hecho hay programas de la FIFA para prevenir las lesiones del ligamento cruzado en el fútbol, que es el FIFA Plus, e incluso hay uno para niños, que es el FIFA Plus Kids. Lo que pasa es que a día de hoy yo creo que falta un poco más por implementar este tipo de programas en el deporte base. Claro, pues a veces no les llega.
Sería interesante hacer una labor más didáctica al deporte base, que no tiene tantos recursos. Al final son ejercicios simples y que 15-20 minutos antes de un entrenamiento pues pueden ahorrar muchas lesiones.
¿Darías alguna recomendación, algún tipo de indicación, alguna pista? La suela, por ejemplo, es algo importante?
La suela tiene que proporcionar una tracción adecuada sin ser excesiva para evitar que el pie pueda quedar anclado en el suelo y que en un mecanismo de giro te puedas lesionar. Luego debe tener un soporte para acoplantar, debe ajustarse bien al tobillo, debe cambiarse regularmente. No vale estar jugando con las mismas zapatillas de hace cinco años.
Y luego que sea también específico del deporte que vas a utilizar, que vas a practicar y de la superficie donde vas a practicarlo.
No tiene nada que ver un césped natural con un césped artificial, una cancha dura de cemento, una madera, claro. Sí, es verdad que a veces los que no somos profesionales te metes con las mismas zapatillas muchas veces. Claro, eso lleva a problemas.