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Unidad de dolor IMSKE – UDO

En IMSKE utilizamos un algoritmo terapéutico en escalera. Los escalones más bajos y los primeros por donde vamos a pasar corresponden a las técnicas más sencillas y menos invasivas. Progresivamente, vamos subiendo peldaños en esta escalera incrementando la complejidad de las técnicas y el grado de dificultad de las mismas hasta conseguir alcanzar un adecuado control del dolor.
El dolor lumbar puede tener un origen diverso. Posturas incorrectas, alteraciones musculares, alteraciones nerviosas por compresión, artrosis articular, estenosis de canal, etc. Cada una de estas patologías tiene una forma de presentación, distribución, intensidad e incluso cronología diferentes. Además de la visita clínica y la exploración, en muchas ocasiones son necesarias pruebas de imagen complementarias que corroboren o descarten la sospecha inicial.
Incluso, a pesar de todo esto, en alguna ocasión no estamos seguros del origen del dolor. Por esta razón, la mayor parte de veces utilizamos una de las técnicas más importantes en tratamiento del dolor crónico: los bloqueos diagnósticos.

Por esta razón en IMSKE disponemos de todas las técnicas para el tratamiento invasivo del dolor avaladas por las sociedades más importantes: Sociedad Española de Dolor (SED) y Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR); las cuales describimos a continuación.

Bloqueos diagnósticos
Tiene el objetivo de identificar correctamente el origen del dolor. Consiste en la inyección de un fármaco en la estructura que sospechamos que está provocando el dolor. Si tras esta inyección se alivia el dolor, podemos certificar que hemos encontrado la estructura generadora u originaria del dolor, y afirmamos en este momento que el bloqueo ha resultado positivo.
Un bloqueo diagnóstico positivo nos va a dar paso a realizar una nueva técnica que sea más duradera, hablamos de la radiofrecuencia. Por lo tanto, si respondes positivamente al bloqueo diagnóstico, es decir, experimentas un alivio del dolor superior al 50%, lo más probable es que respondas positivamente a la radiofrecuencia.

TRATAMIENTOS

Radiofrecuencia o rizólisis:

Técnica mínimamente invasiva, de acceso percutáneo. Consiste en la aplicación de un campo eléctrico alrededor de un tejido, a través de un aplicador, que produce una modificación en el tejido tratado, y consecuentemente una alteración en la transmisión del estímulo doloroso. Tiene como objetivo prevenir la conducción de impulsos nociceptivos mediante el uso de una corriente eléctrica que interrumpa la señal dolorosa transmitida por el nervio.
El tratamiento con radiofrecuencia en el dolor lumbar juega un importante papel sobre todo en el tratamiento de la artrosis facetaria y en la ciática. Para el tratamiento de la artrosis facetaria podemos aplicar radiofrecuencia en los ramos nerviosos posteriores que llevan la sensibilidad de la faceta articular afectada. Para el tratamiento de la ciática podemos aplicar la técnica directamente a la raíz nerviosa que conforma el nervio ciático.
El canal espinal es una estructura que alberga todas las raíces nerviosas que componen los nervios de nuestro cuerpo. Con el paso de los años este canal se puede ir haciendo más estrecho llegando a comprimir sobre todo los nervios lumbares y de las piernas. Es la entidad conocida como estenosis de canal. En este caso la radiofrecuencia no es efectiva, pero disponemos de otras técnicas que pueden ayudar a aliviar este dolor: bloqueos epidurales o caudales, epidurolisis y epiduroscopia.

Bloqueos epidurales o caudales:

Su principal indicación es el dolor lumbar irradiado a extremidades inferiores. Esta técnica está especialmente indicada en pacientes con síndrome de cirugía de espalda fallida o con instrumentación lumbar. De la misma forma que los bloqueos diagnósticos siempre realizamos un primer bloqueo epidural con el objetivo de valorar la efectividad del mismo. Si es efectivo, es decir, alivia el dolor al menos un 50%, realizamos dos bloqueos más con un intervalo de 4 semanas entre ambos. Por el contrario, si no es efectivo podemos subir al siguiente escalón terapéutico: la epidurolisis.

Epidurolisis:

Es un procedimiento cuyo propósito principal es la rotura de la fibrosis o de las adhesiones epidurales, también se puede emplear en casos de estenosis de canal. Además, mediante esta técnica, se puede conseguir la aplicación de los fármacos empleados exactamente en el lugar de la lesión. Al mismo tiempo, el desarrollo de nuevos catéteres nos brinda, a IMSKE, la posibilidad de la aplicación de radiofrecuencia directamente sobre las raíces afectadas.

Epiduroscopia:

Permite explorar y tratar patología lumbar mediante la introducción de un catéter con fibra óptica en el espacio epidural. Es una técnica percutánea mínimamente invasiva que permite la visualización directa del espacio epidural permitiendo realizar un diagnóstico más preciso y un tratamiento adecuado en los casos seleccionados.
Finalmente, en el peldaño más elevado de nuestra escalera de tratamiento se encuentran las técnicas más avanzadas y complejas. Hablamos de la estimulación medular o neuroestimulación y el implante de bombas de administración de fármacos intratecales.

Estimulación medular:

En UDO utilizamos esta técnica como último recurso, sin embargo es una técnica muy efectiva para el alivio del dolor a largo plazo. Consiste en administrar estímulos eléctricos a territorios específicos del sistema nervioso modificando la actividad neuronal de forma reversible.
La estimulación medular se trata del escalón terapéutico más avanzado en el tratamiento del dolor crónico. A pesar de su complejidad tecnológica, existe importante evidencia científica de que el uso temprano de esta tecnología puede ser más coste-efectivo que el tratamiento exclusivamente médico.
Antes de plantear un posible tratamiento con neuromodulación habremos agotado todas las opciones terapéuticas invasivas disponibles y tienen que haber fracasado las posibles opciones quirúrgicas.
Realizamos una selección de pacientes muy exhaustiva ya que es esencial para el éxito de la técnica. La información dada al paciente y sus cuidadores o familiares es sin duda una parte importante para el éxito de este tratamiento.

Bombas intratecales:

Las bombas de infusión interna son sistemas implantables y programables que confieren a la paciente gran autonomía, sin percibirse externamente su presencia. La técnica consiste en implantar un sistema automático que administra medicación de forma continua mediante una bomba que será colocada debajo de su piel mediante una intervención quirúrgica, lo que le permitirá llevar una vida normalizada dentro de sus limitaciones.
Son programables desde un ordenador y precisan relleno de su depósito cada varios meses. Estos sistemas han conseguido convertirse en una alternativa terapéutica eficaz y segura para el paciente. Ahora bien, el éxito o fracaso de este tratamiento va a depender de realizar una selección rigurosa del paciente.

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