HIDROTERAPIA: ¿Cómo mejorar una lesión en el agua?

HIDROTERAPIA: ¿Cómo mejorar una lesión en el agua?

HIDROTERAPIA: ¿Cómo mejorar una lesión en el agua?

La hidroterapia, también conocida como terapia acuática, es un método terapéutico que aplica conocimientos fisioterapéuticos en el agua, ya sea para una preparación física, ante una intervención quirúrgica o una rehabilitación postoperatoria. Las sesiones son personalizadas, deben adaptarse a la persona, a la patología y sintomatología para cubrir de manera específica todas las necesidades.

Desde hace varios años este tratamiento terapéutico ha sido acogido con éxito tanto por parte de pacientes como médicos, aunque es necesario conocer que forma parte de un proceso de rehabilitación completo, es decir, es un complemento que mejora la eficacia del tratamiento.

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BENEFICIOS DE LA HIDROTERAPIA

Desde la Unidad de Fisioterapia del Hospital IMSKE, Borja Moltó destaca los beneficios de la hidroterapia en la salud cardiovascular y aquellos que se derivan de su capacidad de reducir, a efectos prácticos, peso al cuerpo, capacidad que se traduce en una disminución de la sobrecarga en las articulaciones. En este sentido, “permite realizar movimientos que, dependiendo de la patología o de las capacidades del paciente, no se podrían hacer fuera del agua”, explica.

Así, las sesiones de hidroterapia permiten acelerar el proceso de recuperación y rehabilitación de determinadas cirugías. Una de las intervenciones tras las cuales resulta especialmente interesante la hidroterapia es la del ligamento cruzado anterior. En este caso, la prescripción postquirúrgica apunta al uso de muletas y evitar el apoyo durante, al  menos, un mes. “Sin embargo”, explica Borja Moltó, “en el agua podemos introducir el apoyo antes porque la zona lesionada no soporta tanta carga”.

Por otra parte, la terapia acuática permite alcanzar, desde un punto de vista psicológico, la confianza del paciente en el tratamiento y su recuperación. Además, se asocia a un momento placentero, ya que no se siente dolor y se mantiene una actitud más positiva, teniendo como consecuencia un proceso de rehabilitación más satisfactorio y eficaz.

BASES DE LA HIDROTERAPIA

La hidroterapia tiene diversos fundamentos que le otorgan la consideración de una magnífica técnica de rehabilitación:

→ Principio de Arquímedes

Establece que el peso de un cuerpo sumergido en el agua disminuye hasta un 90% de su peso original, lo que favorece la realización de los ejercicios de rehabilitación y reduce el impacto en las articulaciones.

→ Fuerza de rozamiento

Este principio dicta que el movimiento de un cuerpo sumergido en líquido depende de su tamaño y rapidez, ya que el rozamiento del agua es mayor si el tamaño y la velocidad aumenta. Es por ello por lo que el agua ayuda al fortalecimiento de la musculatura.

→ Presión hidrostática

Hace referencia a la presión que un líquido ejerce sobre un cuerpo sumergido. Esto provoca que el perímetro torácico disminuya (1-1.35cm) y el abdominal se acorte (2.5 – 6.5) favoreciendo al ascenso del diafragma y mejorando el trabajo de los músculos respiratorios.

→ Estímulos térmicos y mecánicos

La capacidad de conducción de calor del agua y absorción provoca una estimulación termina que junto con los masajes y las fricciones llevan a una vasodilatación que mejora la circulación sanguínea.

 

TIPOS DE HIDROTERAPIA

 Hidroterapia térmica:

Se puede emplear las diferentes temperaturas del agua: caliente, templada y fría. El agua caliente provoca un efecto relajante y también sirve como sedante. Favorece la circulación sanguínea ya que promueve la vasodilatación y hace función de analgésico para diversas partes del cuerpo. Por un parte el agua templada tiene función como calmante muscular, el agua fría favorece la circulación y además suma un efecto antiinflamatorio.

Hidroterapia química:

Se aplican los efectos sanadores del agua incluyéndole sustancias químicas. Contiene diferentes categorías: agua clorurada (si se ingiere estimula las funciones orgánicas), sulfatada (si se ingiere provoca efectos laxantes y diuréticos, aunque sobre la piel es beneficiosa para el sistema respiratorio y locomotor), ferruginosa (beneficiosa para la anemia y enfermedades dermatológicas) y sulfurosa (en articulaciones inflamadas y enfermedades respiratorias, como inflamaciones alérgicas).

Hidroterapia mecánica:

Dependiendo del modo en el que se aplique el agua sobre el cuerpo existen diferentes tipologías:

  • Empuje: hace referencia a los beneficios que se obtienen al sumergirse en el agua, provocados por la facilidad del movimiento del cuerpo.
  • Compresión: consiste en aplicar agua a presión para mejorar la circulación.
  • Resistencia hidrodinámica: se entiende como la práctica de ejercicio en el agua.
  • Presión: sirve para relajar o estimular el sistema nervioso.

PATOLOGÍAS QUE MEJORAR CON LA HIDROTERAPIA

La natación terapéutica tiene beneficios en diferentes lesiones que interrumpen el correcto funcionamiento del aparato locomotor, entre las que se encuentran:

1: Fracturas: evitar la debilidad de la zona.

2: Hernia: produce un efecto de alivio y relajación.

3: Dolores cervicales o artrosis: aumenta el movimiento articular y equilibrio.

4: Lumbalgia o ciática: ejercita la musculatura debilitada.

5: Osteoporosis avanzada: mejorar la calidad de vida del paciente.

CONTRAINDICACIONES

A pesar de sus beneficios, existen contraindicaciones para esta terapia de rehabilitación:

– Diabetes, en fase avanzada.

– Cardiopatía isquémica.

– Insuficiencia circulatoria

– Infecciones y micosis cutáneas.

– Osteoporosis no avanzada.

– Hipertensión arterial.

– Infecciones de transmisión sexual

hidroterapia, agua, curación, embarazo, natación, rehabilitación, dolor y lesión.

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