Artritis reumatoide
Artritis reumatoide
LA ARTRITIS REUMATOIDE (AR) es una de las enfermedades crónicas inflamatorias sistémicas, la más común de ellas (artritis psoriásica, esclerosis múltiple, lupus eritematoso sistémico, entre otras). La artritis reumatoide cursa con síntomas y alteraciones en diferentes niveles siendo las manifestaciones articulares las más frecuentes.
SINTOMATOLOGÍA: dolor, rigidez, tumefacción y deformidad articular, principalmente en mano, muñecas, así como compresiones nerviosas distales, alteraciones en pie-tobillo, hombro, codo, cadera, rodilla y columna. Secuelas deformantes e incapacitantes que se verán a largo plazo. Dentro de los síntomas no articulares cabe destacar: febrícula, malestar general pérdida de peso, y otros síntomas a nivel cardiopulmonar, renal, cutáneas, vasculares, etc
Causas y factores de riesgo
La artritis reumatoide así como las otras enfermedades inflamatorias sistémicas tiene un origen autoinmune, con una importante predisposición genética, hay algunas condiciones que puede favorecer su aparición o agudización: obesidad, tabaquismo, sedentarismo, alteraciones hormonales, entre otros
Prevención
La modificación del estilo de vida, sin embargo es fundamental aclarar que para evitar la aparición de las manifestaciones más severas el tratamiento debe ser médico, coordinado con la unidad de reumatología
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza con una correcta historia clínica, hallazgos de alteraciones del laboratorio y en casos especiales imágenes diagnósticas, lo que sumado permite descartar otras enfermedades
Tratamiento
El principal tratamiento es médico, con fármacos modificadores de la enfermedad. El tratamiento quirúrgico sólo es necesario cuando las secuelas crónicas limitan la funcionalidad del paciente, el cual va dirigido a mejorar la función de las estructuras osteoarticulares, sus resultados dependerán del grado de afectación en cada caso.
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