¿Por qué sentimos dolor crónico?
Según la Organización Mundial de la Salud “el dolor crónico es una enfermedad y su tratamiento un derecho”.
Si el dolor aparece se pueden dar dos escenarios: el primero es que el dolor dure unas horas y se pueda aliviar mediante los analgésicos habituales; el segundo es más preocupante, ya que se produce cuando el dolor es especialmente agudo, severo, recurrente y constante. En este segundo caso, el dolor es realmente eficaz porque nos avisa de un problema importante en nuestro cuerpo al que hay que buscar una solución antes de que se convierta en dolor crónico.
El dolor crónico
Como es lógico, el principal problema lo encontramos en los dolores que deberían desaparecer, pero no lo hacen. Aunque no existe un motivo específico que provoque que un dolor agudo sea considerado crónico, “si el dolor ha durado mucho más de lo que se esperaba cuando comenzó podemos considerar que es un dolor crónico”, afirma el Dr. José Miguel Esparza Miñana, especialista en tratamiento de dolor, y responsable junto al Dr.Moncef Belaouchi de la Unidad del Dolor del Hospital IMSKE.
Además, este dolor actúa como una herramienta de protección en los seres humanos, ya que tiene el objetivo de ayudar a evitar futuras lesiones o situaciones de riesgo y, además, protege la zona afectada mientras se recupera. “El verdadero conflicto en este sentido es que si no se aplica el tratamiento adecuado a tiempo puede convertirse en crónico”, corrobora el Dr. Moncef Belaouchi.
La importancia de actuar cuanto antes
Según estiman los últimos estudios realizados al respecto, uno de cada seis españoles sufre un dolor de estas características. Esto supone que un 17% de la población, seis millones de españoles en términos absolutos, se ve afectada por una enfermedad que no se adscribe a ninguna especialidad médica y que, por tanto, suele asumir la atención primaria.
El problema de esto es que un elevado porcentaje de personas que sufren dolor crónico quedan incapacitadas para trabajar, añadiendo de esta forma la pérdida del nivel económico al problema. En este sentido, la Asociación Sociedad Española de Dolor (SED) afirma que “si el tiempo pasa y no se mejora, las personas tienden a hacerse introvertidas y deprimirse, lo cual sólo aumenta la soledad y el aislamiento social”. Como resultado, se obtiene una consecuencia nefasta de una enfermedad mal enfocada.
Demanda de tratamiento específico del dolor
José Miguel Esparza asegura que alrededor del 75% de las consultas del médico de Familia tienen relación con el dolor. Además, según datos de la SED, la Atención Primaria soporta la mayor parte de la carga de pacientes con dolor crónico. Más en concreto, el 83% de los pacientes con esta enfermedad se atiende en este nivel asistencial.
Esta realidad, que se traduce en una demanda cada vez mayor de personas que precisan un tratamiento más específico de un dolor que merma su calidad de vida, el Hospital IMSKE ha puesto en marcha la Unidad del Dolor.
Las unidades del dolor
Para combatir el dolor crónico, la SED recomienda que, si tras un diagnóstico o tratamiento el dolor persiste más de cuatro semanas y no responde a los tratamientos aplicados, lo mejor es acudir a una unidad de tratamiento de dolor: las unidades del dolor han sido establecidas en los últimos años para atender las necesidades de las personas que sufren dolor crónico. En estas unidades, los pacientes son tratados por profesionales de la salud y expertos en problemas de dolor crónico severo.
En los últimos años, se han desarrollado diferentes técnicas muy precisas que permiten actuar directamente sobre el foco del dolor de la forma más eficaz posible, y este es el camino que se debe seguir para combatir esta lucha contra el sufrimiento.
Definitivamente, “el hecho de sentir dolor es bueno y necesario para el ser humano ya que sirve como mecanismo de alarma para un posible mal mayor que puede derivar de ese primer dolor. Sin embargo, cuando el dolor se prolonga en el tiempo y se convierte en crónico es cuando hay que plantearse cómo hacerle frente con métodos más allá de los habituales para evitar que termine provocando problemas más importantes”, resume el Dr. Belaouchi.
¿Cómo combatimos el dolor en IMSKE?
En la Unidad del Dolor del Hospital IMSKE “utilizamos un algoritmo terapéutico en escalera. Los escalones más bajos y los primeros por donde vamos a pasar corresponden a las técnicas más sencillas y menos invasivas. Progresivamente, vamos subiendo peldaños en esta escalera incrementando la complejidad de las técnicas y el grado de dificultad hasta conseguir alcanzar un adecuado control del dolor”, explica el Dr. Esparza.
Puedes informarte sobre todas nuestras técnicas para el tratamiento del dolor aquí: