Cuando una articulación ha sufrido durante tiempo y su superficie articular está excesivamente dañada puede limitar nuestra calidad de vida. Si tras una rehabilitación esas limitaciones persisten, una de las mejores opciones que se nos presenta actualmente es reemplazar la articulación dañada por una prótesis. Posteriormente nuestro objetivo principal será reestablecer la movilidad normal de la articulación, recuperar la fuerza de su musculatura y valorar otras articulaciones vecinas que hayan podido contribuir a la degeneración que llevó a la cirugía. El trabajo precoz es indispensable para una buena evolución en este tipo de cirugías. En IMSKE contamos con el contacto directo con el cirujano responsable de la intervención que nos podrá informar detalladamente de cada caso. Un sistema de trabajo multidisciplinar que junto a las extensas instalaciones de las que disponemos, como la piscina, diseñadas específicamente para esto, nos dan una gran ventaja.